viernes, 29 de noviembre de 2013

A los países se les acumulan los deberes climáticos

Después de una larga noche sin dormir, los representantes de los 190 países asistentes a la cumbre del clima de Varsovia –o lo que quedaba de ellos, porque la delegación Ucraniana, por ejemplo, dejaba la sede antes de tiempo– llegaron a un acuerdo.

La Plataforma de Durban (ADP, por sus siglas en inglés) que surgió en 2011 en la cumbre celebrada en la ciudad africana que le da nombre, dio un pequeño paso estos días.

No se ha avanzado ni en temas de compromisos de reducción, ni en cómo se van a evaluar, pero se ha consensuado un texto –tras cambiar el término “compromisos” por “contribuciones” del borrador previo–, y se ha fijado un nuevo calendario para presentar dichas contribuciones, el primer trimestre de 2015.

La UE ha manifestado durante toda la COP19 que este punto del debate era su mayor ambición, pero finalmente “hemos renunciado al establecimiento de una fase de evaluación” de dichas contribuciones, explicaba el Ministro de Agricultura, Alimentación y Medioambiente español, Miguel Arias Cañete.

Como consecuencia, queda un largo camino para llegar a París 2015, fecha en la que se deberá adoptar en la capital francesa un acuerdo jurídicamente vinculante en materia de emisiones, que entrará en vigor en 2020.


También se ha acordado la creación de un ‘mecanismo internacional de Varsovia’. Este nuevo instrumento paralizó las votaciones, por desacuerdos en el primer párrafo del texto que limitaban su actuación y reducían su flexibilidad, según manifestaron varios delegados de países en desarrollo presentes en el plenario. Una vez superado este escollo, se ha aprobado y su función será la de establecer fondos institucionales que hagan frente a las pérdidas relacionadas con el cambio climático y los daños asociados, especialmente en naciones en desarrollo.

[Img #16822]Sin embargo, aún no queda claro de donde procederá dicha financiación, pero sí que será un organismo abierto a la sociedad civil, es decir, a todos los que tengan algo que decir en materia de pérdidas y daños. “El grupo de trabajo tiene previsto su primera reunión en marzo de 2014”, aseguraba Arias Cañete.

Otra de las cuestiones que se ha dado por zanjada aquí es la última fase del mecanismo REDD+, que tiene como objetivo la financiación de proyectos para acabar con la deforestación. “Ya estaba en funcionamiento y recibiendo aportaciones, pero faltaba establecer la metodología para financiar su última fase”, explicaban fuentes de la delegación española consultadas por SINC.

El acuerdo sobre REDD+ está respaldado por compromisos de 280 millones de dólares en financiación, de los EE UU, Noruega y el Reino Unido.

Según este trabajo, los Pirineos han perdido casi el 90% de su hielo glaciar el pasado siglo y esto tendrá graves repercusiones en el suministro de agua en verano y efectos potencialmente dramáticos en la agricultura en el futuro. Por otro lado, en la costa, los niveles del mar están subiendo en toda España 3 milímetros al año, lo que puede reducir un promedio de 15 metros las playas en 2050.


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